viernes, 31 de julio de 2009

Pedagogía musical. La música de las estrellas.

Y para quitarme el mal sabor de boca que me dejó el curso de Mazarrón me embarqué en toda una aventura para un hombre de perfil serio, solitario y bohemio como yo. Me matriculé en el curso de Águilas, "Pedagogía musical. La música de las estrellas". Impartido de manera magistral por las profesoras Salomé Díaz Rodríguez y Elisa Humanes Díaz y con un clima global dificilmente mejorable. Aquí no hace falta calculadora, el curso fue perfecto incluso para una persona totalmente desacostumbrada a esos entornos como yo. Y allí me vi yo rodeado de músicos, profesores de música, estudiantes del conservatorio y de magisterio musical. Ciertamente yo era el único que no contaba con una formación musical. Sin embargo estoy convencido de que nadie extrajo la filosofía del curso tan bien como yo. Quizás porque era totalmente ajeno a ellos, quizas porque mi formación en historia del arte me hizo concebir aquello como un círculo dentro de un todo universal que es el arte, quizás sólo son cosas mías. He conocido a gente extraordinaria y seguramente no los vuelva a ver en mi vida, creo que tampoco me gustaría volver a verlos porque no quiero que nada altera la buena imagen que me he llevado de esta semana.
Decía Hegel que el autoconocimiento de los hombres se desarrollaba en torno a fases o estados a los que llamaba S1, S2, S3, S4... y que para saltar de uno al otro había que ser consciente del lugar en el que te encontrabas de lo contrario nunca se podía avanzar. Sin duda este curso me ha ayudado a encontrar mi "S" que si bien no estaba tan avanzada como creía me he dado cuenta de que hace falta algo más que lo que uno puede ofrecerse a sí mismo para superar su "S" y buscar su estrella. Ahora sé que todos tenemos una estrella, y que llegar a ella no es tan difícil.
Cada dia que iba a este curso estaba más contento, cada dia que pasaba me gustaba más y conforme pase el tiempo mejor recuerdotendré de esta semana. Nuncaolvidaré a los compañeros y profesoras que me acompañaron en esta aventura.

"Los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón"
Antoine de Saint-Exupèry. El Principito.

La Televisión: el fenómeno en sus circunstancias.

Este verano me lo he tomado un poco de relax existencial pensando en lo que está por venir. Entre pitos y flautas me he matriculado en un par de cursos de la Universidad Internacional del Mar. El primero que hice tuvo lugar en Mazarrón, "La Televisión: el fenómeno en sus circunstancias". Si hago balance de este curso me temo que tengo que decir que no fue muy positivo. Hubo buenas conferencias y actividades pero con la calculadora en la mano el resultado me sale negativo. Tal vez es negativo porque la mayor parte de tiempo el profesorado se dedicó a contar batallitas de su vida en la televisión. Lógicamente no me interesaban para nada, ni a mí ni a ninguno de mis compañeros. Y es que las batallitas e historietas de guerra son para las borracheras y no para un curso oficial de la universidad. No obstante no todo fue horror. Digamos que el conocer y presenciar a uno de los ponentes justificó en una hora el resto de las veintinueve. Se trata de D. Santiago Fernández Ardanaz, antropólogo y profesor de la Universidad de Elche. Sin duda a su avanzada edad este sabio estaba mucho más cuerdo que el resto de los conferenciantes. creo que no repetiría este curso nunca, sin embargo gracias al mismo descubrí el fascinante campo de la antropología.

sábado, 18 de julio de 2009

Licenciado

Y se acabó. Licenciado por la Universidad de Murcia en Historia del Arte. Ya nunca olvidaré las preguntas del último examen: El fin del arte en Hegel, teoría de la Vanguardia de Peter Bürguer y la idea de genio en Kant. La verdad es que el examen fue bastante mejor de lo que creí al dar la vuelta a la hoja. Era el último, ya no quedaban más y, de algún modo, superar este examen significaba que algo había hecho bien en mi vida. El caso es que ahora, al final de los finales, le estaba pillando el gustillo a la universidad culturalmente hablando. Ahora me toca pensar en lo que no he pensado en los últimos cinco años, el qué voy hacer ahora. No tengo ni idea. Quizás no la tengo porque no me apetece hacer nada de lo que "deberia". No me apetece hacer el nuevo Master-Cap. En la actualidad una licenciatura de por sí no es válida para ofrecerte un trabajo, hace falta más. En realidad sí sé lo que quiero, sólo que no se si estoy capacitado para ello o si no seré lo bastante constante como para conseguirlo.