Cuando a la luz llega sentado
le cuesta trabajo acercarse a ella
como el descarte que dejas a un lado
y empiezas a aflojar la cuerda.
¿Acaso olvidas tus señas?
¿Acaso no las recuerdas?
A lo lejos traiciona y rebienta
sus huellas
que ya no están
pero todavía suenan.
La luz recorre un camino
en busca de ser eterna.
Nada permanece...por suerte, no se tú, pero yo no quiero cargar con las certezas y tener sueños tranquilos, es más entretenida la caza que el banquete. Además creo que tengo una pequeña tendencia a la autodestrucción de cualquier cosa o idea que permanezca quieta más de la cuenta...se que hacer mientras espero, pero no se que hacer con el pájaro en mano. Bonito texto, los brindis siempre por lo incierto, por lo que no permanece, que lo demás ya lo conocemos
ResponderEliminarcomo dice Nacho Vegas "soy cazodor y no persigo mas que lo que huye de mí".
ResponderEliminarUn saludo.